Somos una región que lleva en lo más profundo de sus raíces las costumbres y cultura del Bunde, la rajaleña y la tambora, en donde el río Magdalena y el Nevado del Tolima inspiran la calidez de nuestra gente. Creemos en el talento de nuestros jóvenes, ellos serán los profesionales, líderes idóneos, solidarios y sensibles que transformarán su propia realidad y la de otros. El propósito de cumplir su sueño, sólo lo alcanzaremos con el altruismo de personas comprometidas con la región que acompañen la iniciativa de Vivirás Tolima: vivirá mi educación de la Universidad de Ibagué.

Fiel a los valores y principios fundacionales, la Universidad de Ibagué es una institución con acreditación de alta calidad otorgada por el Ministerio de Educación Nacional, que forma integralmente a sus estudiantes y genera las condiciones necesarias para apoyar el desarrollo de sus capacidades y así, como futuros profesionales, aportar al progreso de la región.

Debido a las circunstancias que afrontamos a causa del Covid-19 y cuyos efectos económicos no alcanzamos a dimensionar, muchos de nuestros jóvenes tienen dificultades para retornar a la Universidad y cumplir su sueño de ser profesionales. Para el semestre en curso, por razones económicas, no lograron matricularse 340 estudiantes de buen desempeño académico. 

La Universidad destina anualmente más de $ 3.600 millones en beneficios para apoyar a sus alumnos mediante becas, alivios en tasas de interés para créditos, refinanciación de créditos, eliminación de costos de inscripción, bonos de ayuda para adquirir computadores, entre otros. Así mismo ha ampliado los apoyos desde el Fondo Regional de Garantías para que se avalen un mayor número de créditos con comisiones más favorables. 

Sin embargo, este esfuerzo financiero de parte de la Universidad no es suficiente, las condiciones económicas de muchas familias amenazan el proyecto de vida de centenares de jóvenes, quienes se han visto forzados a aplazar el semestre. Está demostrado que una vez que esto ocurre, el riesgo de que terminen desertando del sistema de educación superior es muy alto.

Pero nuestros estudiantes no son pobres, están temporalmente ilíquidos. Apoyarlos ahora no es un acto de caridad sino una inversión social.

El retorno de una inversión en educación superior de alta calidad equivale entre cuatro y cinco veces al valor del monto aportado. Si los apoyamos para que terminen sus estudios, no solo transformarán sus vidas sino la de sus familias, la región y el país.  

Las donaciones de esta campaña serán destinadas exclusivamente a financiar la matrícula de los estudiantes que además de tener dificultades económicas han demostrado un buen desempeño académico, deseo de superación y compromiso con su formación integral.

Confiamos en su apoyo, sabemos que esta es una noble causa y que el Tolima y todas aquellas personas que se identifiquen con este propósito, se sumarán a ella. Sólo podremos lograr el propósito de una región más educada estrechando lazos y aunando esfuerzos.