Es latente la necesidad de un diálogo social para la paz

El programa Ciencia Política de la Universidad de Ibagué y el Centro Internacional de Toledo para la Paz CITpax desarrollaron el foro Voces contrapuestas en torno al proceso de paz en Colombia: la necesidad de un diálogo social, en el que se discutieron cuatro temas identificados a través de mesas de trabajo llevadas a cabo previamente y en las que los asistentes a las mismas manifestaron sus principales inquietudes o preocupaciones con respecto al proceso de paz de La Habana, Cuba.

Los temas desarrollados fueron: víctimas y justicia; nuevas dinámicas de criminalidad y la seguridad del posconflicto; reformas e inversión para el campo; y la participación política y confianza en las instituciones.

En el foro participaron como panelistas Yesid Reyes Alvarado, exministro de Justicia; Andrés Felipe Stapper, secretario de la Agencia Colombiana para la Reintegración; Frédéric Massé, director del Centro de Investigaciones y Proyectos Especiales de la Universidad Externado de Colombia; Carlos Hernán Garzón, representante Mapp-OEA; Jaime Eduardo Reyes, director del Instituto de Estudios del Desarrollo Regional de Unibagué, y Claudia Medina, directora del CITpax, quien moderó el foro.

El tema que más generó discusión en el foro fue el de la cárcel como único método para que se paguen los delitos cometidos por los combatientes. Todos los expertos coincidieron en que en un proceso de paz la mayoría de las penas no se pagan en cárceles para ninguna de las partes involucradas. De igual forma, evidenciaron las garantías o beneficios que puede traer un acuerdo incluyente, que garantice la verdad a las víctimas y, además, siente las bases para que no se dé repetición.

Más puntos de vista

La participación en política de las Farc es un tema al cual debe darse importancia, así lo dejó en claro Frédéric Massé, experto en negociaciones de paz, quien sostuvo, además, que el Gobierno debe brindar todas las garantías al grupo armado. Con ello, en su concepto, se logra, en primera medida, que si las Farc sufren una hipotética derrota en las urnas, no tengan la excusa de una falta de compromiso del Gobierno y, por ello, la necesidad de volver a la guerra y, por otro lado, de esta forma se garantizará que el grupo armado no intente seguir introduciéndose en diferentes partidos políticos del país, replicando escenarios de corrupción y violencia como los que se han visto hasta el día de hoy.

Sobre el cambio que deben tener las Fuerzas Armadas y la Policía, allí fue esencial la presencia y la opinión de un experto como Carlos Hernán Garzón, quien dejó en claro que, sin duda, la Policía tiene que apuntar a un cambio rápido y radical en su estructura, en el cual se acerque de nuevo a la comunidad.

"La Policía tiene como principal objetivo la seguridad y la protección de la sociedad civil, debe ser una policía cercana a la ciudadanía, en la cual sus actuaciones vayan encaminadas a solucionar las preocupaciones de los colombianos", admitió.

Finalmente, los invitados abordaron el abandono estatal en el que se encuentra el sector rural; sobre el particular, Jaime Eduardo Reyes planteó que el campo colombiano debe tener un cambio radical en su sistema de producción.

También señaló que el Gobierno nacional debe garantizar condiciones para que pequeños y medianos campesinos crezcan y alcancen niveles de producción altos, que los ayuden a progresar y mejorar sus condiciones de vida.