Lanzamiento de libros sobre el Tolima e Ibagué
- Comunicación Institucional
En la Universidad fueron presentados los libros San Bonifacio de Ibagué. Documentos para la historia de Ibagué, de Hernando Márquez Arbeláez, y Geografía del Tolima, de Eduardo Torres Vargas.
Respecto al primer trabajo, constituye un reconocimiento al territorio que dejó de ser rural y se empezó a configurar como urbano al comienzo del siglo XX. Márquez compila documentos que datan desde las tradiciones indígenas de los pobladores de las cercanías del río Combeima, hasta las construcciones que engalanaron el centro de la ciudad.
Por su parte, Geografía del Tolima comprende 39 municipios y cerca de cinco siglos de escritura. A partir de documentos oficiales, los textos de Fray Pedro de Aguado y los estudios geológicos del ingeniero inglés John F. Randolph, constituye un punto de referencia para las experiencias investigativas de ayer y hoy en el Departamento. Con el fin de dar reconocimiento a la creación intelectual de la región, la Unibagué publicó esta segunda edición.El evento de presentación de los libros contó con la presencia de descendientes del autor, entre ellos su nieto, el senador Iván Duque, quien en su intervención recordó a su abuelo como un hombre polifacético.
Márquez escribió San Bonifacio de Ibagué cuando apenas tenía 20 años; cuatro años después de culminar sus estudios en la Facultad de Derecho en la Universidad Nacional escribió su segunda obra titulada Márgenes de la historia. A sus 30 años escribió un libro sobre el derecho penal y posteriormente otros más sobre el crédito estatal y política fiscal.
"En cada uno de ellos, se encuentra a un ser humano deseoso de transmitir, de una forma sencilla, lo que sabe y lo que quiere que sea la sociedad", señaló su nieto.
El otro lado de Márquez
Otra faceta de Márquez Arbeláez fue la de servidor público, sector en el cual fue un gran innovador. Se desempeñó como director General del Ministerio de Hacienda, en la que su aporte durante su tránsito fue la modernización del sistema de crédito público.
También se desempeñó como viceministro de Minas y Petróleos, cargo con el que ayudó, no solo a hacer el primer gran código petrolero del país, sino porque muchas de las cosas que hoy se consideran grandes innovaciones Hernando Márquez las planteaba desde esa época como la necesidad de tener una Agencia Nacional de Hidrocarburos, así como corredores de oleoductos que permitieran comunicar el sur del país con los corredores costeros, pensando no solo en la exportación sino, además, en el abastecimiento de países vecinos; en el sector minero pensaba en un censo para conocer cuántos y cómo deben ser las unidades de producción minera.
"En cada uno de ellos, se encuentra a un ser humano deseoso de transmitir, de una forma sencilla, lo que sabe y lo que quiere que sea la sociedad", señaló su nieto.
El otro lado de Márquez
Otra faceta de Márquez Arbeláez fue la de servidor público, sector en el cual fue un gran innovador. Se desempeñó como director General del Ministerio de Hacienda, en la que su aporte durante su tránsito fue la modernización del sistema de crédito público.
También se desempeñó como viceministro de Minas y Petróleos, cargo con el que ayudó, no solo a hacer el primer gran código petrolero del país, sino porque muchas de las cosas que hoy se consideran grandes innovaciones Hernando Márquez las planteaba desde esa época como la necesidad de tener una Agencia Nacional de Hidrocarburos, así como corredores de oleoductos que permitieran comunicar el sur del país con los corredores costeros, pensando no solo en la exportación sino, además, en el abastecimiento de países vecinos; en el sector minero pensaba en un censo para conocer cuántos y cómo deben ser las unidades de producción minera.
Cuando fue secretario de Hacienda del Tolima pensó en cómo tener una mejor base de recaudo para el Departamento, tenía la propuesta de la unificación catastral del Departamento. En la Caja Agraria, siendo subgerente, empezó a hablar en cómo debían darse los créditos de fomento para la frontera agrícola y los pequeños productores. "Decía que si no se daba crédito al pequeño productor, el campo iba a ser un hervidero de violencia".
Otra faceta fue la de emprendedor y tomador de riesgos. En los Llanos estableció un proyecto arrocero, con el cual tuvo éxitos y fracasos pero nunca denigró ni se lamentó de los fracasos; por el contrario, fue un hombre que no se cansó de luchar y buscar nuevas aventuras.
Finalmente, en su faceta humana Duque lo destacó como "un hombre amigo de sus amigos, que entregaba de forma generosa valores y principios; un hombre sin alardes, sin ostentación; y un hombre motivado por esta tierra tolimense".